“Los estudios fueron desarrollados como parte de los insumos necesarios para las definiciones conceptuales del Distrito. Los principales resultados tienen que ver con el levantamiento a través de encuestas y entrevistas respecto de las necesidades de los distintos usuarios del proyecto, en especial, desafíos de los principales sectores productivos de la región y que pueden ser abordados a través de I+D. Estos desafíos están claramente identificados”, explica Claudia Silva, Coordinadora del Distrito de Innovación Biobío.
Realizados por la empresa New Genesis, cuyo Managing Partner, Hipólito Escalona Inostroza, explicó que el análisis se realizó en el marco del desarrollo de la caracterización de la demanda por servicios de I+D+i+e en la Región del Biobío con foco en sus principales sectores de desarrollo (forestal, pesquero, agropecuario, industrial y sectores emergentes como el tecnológico), “las cerca de 100 entrevistas y encuestas a líderes, gerentes y gremios industriales la hacen bastante representativa de la realidad regional al respecto”, sostuvo.
Consultado sobre los resultados más interesantes o inesperados, Escalona señala que “el primero y más relevante es que más del 95% de las empresas (encuestada) reconoce que innova de alguna forma para crear valor, aumentar su productividad e incrementar su competitividad (o bajar sus costos) y la mala noticia (pero que abre una oportunidad) es que menos del 50% se relaciona directamente con la academia para tal efecto, pero están abiertos a hacerlo si es que desde la academia viene una oferta ad-hoc a sus necesidades”.
Además, expresó que lo más relevante, de estudios cómo estos, es que se usan para definir una oferta acorde a las necesidades del público objetivo o en este caso de los diferentes sectores industriales que dicen que van a seguir innovando en la región y que requieren de apoyo especializado en tres ámbitos: “apoyo de especialistas en temas concretos y que hoy existen en la academia, tener acceso a infraestructura tecnológica, que hoy está muchas veces ociosa en ciertas instituciones técnicas y universitarias y además coordinar hojas de desarrollo de soluciones tecnológicas acordes a sus necesidades para así dar a luz resultados de I+D aplicables a la realidad industrial regional”, explicó.
Respecto a las conclusiones, el profesional señala que una de las más importantes es que hoy en la región existen las capacidades tecnológicas para apoyar de buena manera a las empresas e instituciones en sus esfuerzos de innovación aplicada, pero estas capacidades están generalmente diseminadas o no coordinadas de buena forma, por ello la posibilidad de desarrollar un Distrito de Innovación que aglutine, coordine y establezca una oferta ordenada y además desarrolle soluciones que integren tanto lo local pero con una mirada global es una oportunidad clave para empujar el desarrollo regional en este tipo de temáticas.