Valentina Meza Vargas, Ingeniera Civil Industrial y COO de Cicla 3D, nos cuenta cómo esta startup nacida en 2019 se ha consolidado como un referente en la impresión 3D en Chile. Desde su fundación, impulsada por la visión de Rogers Escalup tras su intercambio en la Universidad de Maine, Cicla 3D se ha dedicado a desarrollar nuevos materiales y soluciones innovadoras. A pesar de los desafíos de operar desde Concepción, han logrado expandirse gracias a su enfoque en la economía circular y la fabricación a pequeña escala. Únete a la revolución de la impresión 3D y descubre cómo Cicla 3D está transformando industrias y procesos productivos en Chile.
¡Sigue leyendo para conocer más sobre sus innovaciones y logros!
–¿Cómo nació la idea de Cicla 3D y qué los motivó a emprender en el campo de la impresión 3D?
Cicla 3D comenzó en 2019, luego de que Rogers Escalup, CEO de Cicla, hiciera un intercambio universitario a la Universidad de Maine, donde tuvo la oportunidad de estar en una de las cunas de la impresión 3D en Estados Unidos. Para el tiempo en el que Rogers estuvo en la UMaine, ellos estaban imprimiendo en 3D un barco a escala real. La impresión de lo mucho que se podía crear con la impresión 3D y el boom que prometía ser, al volver a Chile, Rogers desarrolló su memoria de título en torno a este tema que tanto le estaba apasionando: Desarrollo de nuevos materiales para la impresión 3D, y que mejor que buscar acercar esta nueva tecnología tan prometedora al ecosistema Chileno. Posterior a esto todo fue tomando rumbo hasta 2019 donde Rogers recibió el capital privado que le permitiría convertir su memoria de título en un producto comercializable que le daría los inicios a Cicla 3D.
-¿Cuáles han sido los mayores desafíos que han enfrentado como startup en la Región del Biobío y cómo los han superado?
Uno de los desafíos constantes es la centralización del país y la expectativa de los clientes de Santiago de tener todo a la mano. Nuestra startup y fábrica están en Concepción, y aunque no planeamos cambiar esto, muchos de nuestros clientes están en la región metropolitana. Para atender sus necesidades, hemos implementado soluciones como distribuidores en Santiago y una bodega para despachos rápidos. A menudo, los nuevos clientes se sorprenden al descubrir que no somos de Santiago y se quejan de los costos de envío por courier.
-¿De qué manera la tecnología de impresión 3D está revolucionando la industria en la región y qué papel juega Cicla 3D en este proceso?
La región del biobio es una región que aloja muchas industrias, y nos encanta darnos cuenta cómo cada vez más empresas e industrias se atreven a innovar. En estos procesos de innovación muchas veces la impresión 3D juega un rol fundamental, ya que es un proceso de fabricación que permite la producción a baja escala, y que el prototipado de nuevas ideas innovadoras sea ágil y económico. Dentro de los últimos años nos dimos cuenta que añadir el servicio de impresión en 3D como una nueva línea de negocios hacía todo el sentido del mundo. Tenemos acceso al material más económico que cualquier otro competidor, contamos con diseñadores de excelencia y un portafolio de clientes que cada vez más buscan innovar y utilizar tecnologías como alternativas a procesos poco flexibles. Desde que tomamos esa decisión hemos tenido la oportunidad de trabajar con grandes empresas nacionales, imprimiendo para ellos desde galvanos y reconocimientos para sus empleados, artículos de escritorios, piezas y artículos/reemplazos que prefieren imprimir y diseñar ellos mismos antes que importarlos, o también, generar innovaciones en conjunto para sus procesos productivos.
-¿Cuáles son las innovaciones más recientes que han desarrollado y cómo están impactando a sus clientes?
Cicla 3D nació desarrollando (creando) materiales, por lo que siempre nuestra área de investigación y desarrollo ha sido una de nuestras favoritas. Constantemente estamos desarrollando filamentos para la impresión 3D en base a materias primas nuevas. Para la pandemia tuvimos la oportunidad de desarrollar un filamento de PLA (plástico biodegradable, de los más utilizados en impresión 3D) con nanopartículas de cobre, lo cual le otorgaba al filamento propiedades anti microbiales. Posteriormente, trabajamos con un filamento de plástico ABS reciclado, el cual resultó ser justo lo que una gigante empresa multinacional como HP estaba buscando para realizar un piloto de economía circular acá en Chile. Y así como los anteriores, nuestros ingenieros en materiales han estado siempre con las ganas de desarrollar nuevos materiales para la impresión 3D. Nuestras últimas innovaciones han estado en el camino de trabajar con industrias de la región y el país, implementando procesos de economía circular, revalorizando algunos de sus desechos para convertirlos en un nuevo material de alta calidad. Este material puede ser utilizado tanto en la impresión 3D como en otros procesos de fabricación, e incluso ser re introducidos en los mismos procesos de producción de la empresa. Esto nos ha llevado a experimentar múltiples veces con formulaciones en base a diversos plásticos reciclados, desechos de la industria forestal, etc. Esto nos ha hecho ampliar nuestro rango de clientes, ya no sólo considerando al cliente particular que quiere comprar materiales de impresión, o la empresa que quiere imprimir para sus colaboradores y procesos, si no que empresas que quieren disponer de sus residuos y revalorizarlos de formas innovadoras.
-¿Qué consejos le darías a otros emprendedores que buscan iniciar un negocio en el sector tecnológico en la Región del Biobío?
El consejo que les daríamos es que partan con mucha fuerza y no decaigan, mantener el ritmo con el que se inicia es muy complejo. Por otro lado, la región se caracteriza por estar creando un ecosistema super robusto, con personas que buscan apoyar la innovación y de a poco se está perdiendo el miedo a innovar o probar cosas nuevas. ¡Que aprovechen la comunidad de emprendedores y no teman a pedir ayuda!